Welcome to Violet's Notebook

sábado, 20 de noviembre de 2010

Infinito


Vueltas, vueltas y más vueltas… y de regreso al agujero. Déjame, ahora no quiero que me ayudes. Aunque sea mentira, aunque desde lo más hondo de mi corazón lo que anhelo es una mirada o un abrazo. Ahora, ayer o mañana. ¿Qué más da? El dolor sigue igual. Creía haberlo enterrado muy lejos de aquí, y sin embargo solo estaba dando vueltas a su alrededor. Cuando más necesitaba distracción, no hay nadie para dármelo. Una vez me dijeron que las palabras se las lleva el viento, cuánta razón llevaban. Porque yo ahora no veo ningún hecho, estoy aquí, a merced de la tormenta, naufragando en un oscuro mar. ¿Y acaso hay alguien aquí conmigo? Sé que cuento con grandes portadores de mi corazón por ahí, pero yo os necesito aquí, junto a mí. Necesito que alguien me coja de los hombros y me de la vuelta para poder dar la espalda a esta hipnótica pena. Necesito que alguien me abarque con sus brazos y me susurre al oído que no estoy sola en esto. Necesito que me mantengan en alto y me oigan llorar. Quiero mucho y sin embargo no tengo nada. Me daba miedo que llegase este momento, pero siempre lo escondí pensando que alguna mano salvadora me sacaría de ese pozo. Pero no hay manos, solo ojos sanguinolentos que me miran amenazantes y garras que tratan de rasgarme lo poco que me queda de piel. Como a cámara lenta, yo voy corriendo por este mundo, tratando de seguir un ritmo. Corro sin meta, no la encuentro. Pasan décadas y yo sigo corriendo, me desespero, porque sigo en el mismo camino. Ni siquiera ha cambiado el paisaje de alrededor. Este es mi día a día, mi dulce monotonía. Cuando quieras saber cómo se siente aquí abajo, yo podré decírtelo. Te podré escribir cientos de páginas. O si quieres, puedes leer esto que escribo. Pedazos de un corazón roto en busca de alguien que los salve del infinito.

No hay comentarios:

Publicar un comentario