Welcome to Violet's Notebook

viernes, 10 de septiembre de 2010

Mirando atrás...


Mirando atrás; tantas horas perdidas, tantas lágrimas derramadas. Promesas que pretendían ser eternas y nunca se llegaron a cumplir. Palabras sobre papel que parecieron desaparecer con el paso del tiempo.
Y sigo mirando atrás; ¿cuántos se quedaron allá? ¿cuántos quedarán? A través de una puerta me dejaron entrever el cielo, pero jamás me dieron la llave.
¿Qué más podría encontrar recordando el pasado?; sueños idealizados que en sueños se quedaron, argumentos valientes que escondían un inocente corazón, amigos que ahora ya han dejado de serlo.
Quiero seguir mirando atrás; todo ha cambiado. ¿Dónde está aquella chica inocente? Sigue aquí, pero las inexorables garras de la vida la han hecho aprender. ¿Qué hay de aquellos llantos desoladores? Ahora solo algunos consiguen perturbar a la cicatriz que hoy en día ocupan en el corazón. ¿Qué ocurrió con las viejas cartas? Ahora son retazos del pasado, recordatorios de lo que un día fue y hoy no existe.
No, no he dejado de hundirme en el pasado; han cambiado tanto las cosas. ¿Recuerdas lo que me dijiste un día? ¿¡Por qué no lo cumpliste!? ¡Míralo aquí! ¡Me prometiste una vida entera, sonrisas cada día! ¿Y ahora? Ahora me cuesta recordar tu cara, imaginarte de nuevo en mi vida. ¿Cómo pueden cambiar las cosas en tan poco?
Quiero dejar de mirar, me duele, pero no puedo; he cambiado, sí. Los viejos diarios me han enseñado cómo el dolor puede transformar a una persona. Fui un neófito marinero, hoy ya me siento un novato lobo de mar. Muchos intentaron desgarrar mi piel, y algunos se llevaron algo consigo, pero mírame, sigo en pie. No sé dónde, pero en algún momento de mi vida decidí coger otro camino. El dolor no ha terminado, por supuesto que no. La experiencia me ha enseñado que aún quedan muchos dragones que matar, demasiadas trampas que sortear. Pero mírame, sigo en pie.
Ahora ya puedo, cierro este pesado libro de mi vida; al fin y al cabo no fue todo malo. Aquí también conservo risas y abrazos. Las decepciones seguirán acompañándome, pero los buenos momentos me recordarán que un día pude sonreír.
Aquí me ves, cargando con este libro a todas partes. Ahora me parece más liviano, habré aceptado mi pasado tal vez. Aquí sigo yo, respirando una vez más, dando un paso hacia el futuro. Recordando que lo mejor es sonreír y dar las gracias por poder seguir. Y aquí me ves, yendo de frente y sonriendo a la vida, acabando con las viejas brechas del pasado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario