Welcome to Violet's Notebook

domingo, 31 de octubre de 2010

Calor




Ayúdame a olvidar. Ayúdame a romper estas ataduras que no me dejan escapar. Estoy harta de escribir cosas tristes, quiero avanzar. No, no quiero. Lo que de verdad quiero es sentirme libre de esta agonía. Quiero que con la rapidez de un destello desaparezca esto que me embarga, que no me deja respirar. Me empapo de lágrimas constantemente, y sin embargo tengo sed de compañía. El corazón ya no me late, hace de tiempo que yace inerte; el dolor me lo destrozó. Sé que hay un futuro, sé que algún día todo esto no será más que un pasado turbulento. Pero este es un camino largo lleno de desvíos sin salida y días sin luz.
Quítame esto. Arráncame este duro tormento que me impide seguir. No importa lo que haga, no importa que en mis días haya risas y motivos por los que ser feliz. Esta pena sigue clavada aquí, muy hondo, haciéndome sangrar poco a poco, gota a gota de sufrimiento y desesperación. Yo trato de apartarlo, te lo prometo, pero no puedo. Sigue presente junto a mí, quemándome la piel con sus abrazos y envenenando mi ser.
¿Podrías estar conmigo un momento? No te pediré mucho, solo quiero un abrazo. Solo quiero evadirme de esto por un momento, sentir que tengo aquí a alguien que recoja estos trozos de alma, con los que he dejado el rastro de este inexorable camino. Quiero sentir el calor de la esperanza, el calor de la luz. Quiero que aparezca alguien en este mismo momento para yo poder apoyarme en su regazo y llorarle todo lo que me está pasando. Tal vez pido mucho, entonces no importa. Pero es lo único que quiero ahora. No pido que lo soluciones u olvidar. Solo necesito compañía. ¿Me la darás?
Mírame, estoy escribiendo otra vez cosas tristes. ¿Cuándo se acabará esta locura? ¿Acaso he de perder lo poco que me queda para que todo esto termine? Me paso largas horas llorándole a la lluvia. He de dar las gracias por tener esto al menos. Su olor me purifica de cierta forma, pero no me puede quitar esta desazón. No hay nada que me lo quite, nada que lo haga desaparecer.
Empiezo a pensar que a esta historia aún le quedan muchos capítulos. Creo que a menos que yo decida ya un final, no podré empezar otra. Sin embargo, algo que me preocupa, es que no importa que ponga fin, una historia paralela le seguirá a la nueva: la del olvido.
Me gustaría cerrar los ojos. Caer en un profundo sueño, uno que para mí dure años, siglos. Para que cuando despierte, todo haya cambiado y solo tenga que coger pluma y tinta para empezar mi nuevo libro. Pero la vida no es así, aquí no hay hueco para utopías. Me tocará desfallecer muchas veces, y serán pocas las recompensas por mi intento.
Escribo esto para animarme, para tratar de seguir adelante. Me duele en lo más profundo de mi ser, pero voy a tener que pasar esta interminable página para poder hacer algo. Prometo que lo trataré de hacer. No sé con qué demonios terminar este pequeño relato, así que solo podré decir eso. Lo intentaré.


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